De vuelta

Hoy es el cumpleaños de la tía mirita, y por supuesto todos fuimos al cementerio a verla, todo empezó muy tempranito camino al mercado de flores, me sentí maravillada a pesar de la suciedad que reina en un mercado mayorista, las flores definitivamente son hermosas, me alegran y dan vida, compramos claveles, rosas rosadas, rojas y príncipe negro, si así se llaman, son una combinación de negro con rojo, dicen que son caras pero claramente las encontramos a precio cómodo. Al llegar al cementerio iba pensando en muchas cosas mientras escuchaba ritmo romántica y comiendo limas, entre ellas Rodrigo y el plan del día que tenía mucha agenda. Cuando llegamos al campo santo se notaba como todo iba cambiando, pavos reales hermosos nos esperaban, llenos de color, notaba que el campo santo era realmente hermoso, tenía mucho verde, vegetación, flores, lagunas bellas, fontanas, y sólo me preguntaba en por que un lugar tan bello tiene que ser un cementerio, entiendo que debe ser un lugar bello para nuestros seres queridos, pero aquellos que ya no están con nosotros deberían gozar de esa hermosura en vida. Pensé en eso por un momento y luego dije no todos los cementerios son así de bonitos.. Y bueno finalmente llegamos y me seguí deleitando con la hermosura de las rosas, me dí cuenta que realmente me encantan, ame hacer los arreglos en la tumba de mi tía. 

Hoy fui a la procesión del señor de los milagros, no tengo palabras para expresar lo que mi diosito me hizo sentir cuando lo vi, lo tuve al frente, si justo paro y se detuvo frente a nosotros y eso significo para mi mucho, una señal no lo se, lo que si se es que prometí ir a verlo en todos los recorridos y salidas que haga de su casita.